Pablo Mainetti y sus cosmos estéticos con el tango como epicentroEl bandoneonista y compositor Pablo Mainetti protagoniza junto a su grupo un ciclo de presentaciones a la gorra en la sala porteña Pista Urbana, donde alista un nuevo disco del conjunto y está por embarcarse rumbo a Australia y Nueva Zelandia para una gira con el Quinteto Astor Piazzolla.“Tener esta vida de compositor e intérprete y ser intérprete de lamúsica de este hombre es un menú que está buenísimo espiritualmente,más allá de lo laboral”, confiesa Mainetti durante una entrevista conTélam previa al concierto de los martes en Pista Urbana.En la sala sita en Chacabuco 874, el creador y su quinteto (unexcepcional grupo que comparte Hernán Possetti en piano, Armando de laVega en guitarra, Cristian Basto en bajo y Lucía Kohan en violín)presenta una continuidad de recitales a la gorra denominados “Partesde la Suma”.“Este es un repertorio que venimos tocando hace tiempo con cosasnuevas y cosas que hemos grabado antes, que tocamos hace unos años yque no hay que descartarlas porque no solamente no prescribieron sinoque permiten una re-abordaje y ser leídas desde una edad donde pensásmás la jugada. Y eso se nota”, comenta el músico sobre el programapropuesto.Allí la agrupación combina piezas y arreglos que el bandoneonista supocrear y plasmar en los discos con esa formación (“Gran HotelVictoria”, de 2000 y “Tres Rincones”, de 2004) junto a nuevascreaciones como la notable «El Quijote” y un fragmento de la músicarealizada para acompañar «La vuelta al bulín», filme de Luis Ferreirade 1926 que fue remasterizado por el Museo del Cine.Y la experiencia estética es fascinante. Mainetti y su quintetoconstruyen una atmósfera propia y sugerente que deja a la audienciaque colma el lugar en estado de gracia al ofrecer un remando donde lasobras –sean clásicos del tango o nuevas creaciones de impronta casicontemporánea- comparten una respiración e integran un mundo de ideasy sensaciones que se gozan y reafirman la potencia del género que lascobija.Entre las gemas tangueras que la formación recrea con audacia y sinimposturas, se cuentan “Nieblas del riachuelo” (Cobián-Cadícamo),“Julián” (Donato), “Ave de paso” (Charlo), “Por una cabeza” (Gardel-LePera), “Milonga de mis amores” (Laurenz-Contursi), “La Beba”(Pugliese), “El choclo” (Villoldo), “Sur” (Troilo–Manzi con una largay notable introducción a bandoneón solo) entre otras de un cancionerodonde además irrumpe una versión de “Te vas milonga” (Fleury).El viaje sentido y sutil incluye composiciones firmadas por Mainetti(el hermoso “Tango azul” y “La piedrita”, entre ellas) para configuraruna propuesta que el próximo martes desde las 20 tendrá una nuevaentrega.“Esta especie de mix permite una cuestión, al mismo tiempo, desorpresa y de familiaridad donde hay un terreno transitado y otro queestá por transitarse donde convive lo que está seguro y lo que va aempezar a formarse”, arriesga Mainetti acerca de esta serie endirecto.Al respecto destaca el entorno donde desarrolla la experiencia porque“Pista Urbana es un lugar precioso y lo más parecido a un laboratorioporque para nosotros es como replicar ampliando el trabajo que hacemoshabitualmente en mi casa y a mí me permite la posibilidad de trazaruna prolongación, una continuidad de ese laburo grupal”.Dueño de una extensa y reconocida trayectoria donde supo volcar lasinfluencias de sus muchos maestros (Rodolfo Mederos, Daniel Binelli,Julio Pane, Néstor Marconi, Gabriel Senanes, Daniel Montes y AlejandroCivilotti, entre ellos), el artista nacido en Buenos Aires en 1971vivió seis años en Barcelona (1992-1998), también creó numerosas obrasde cámara y sinfónicas y sostiene un exquisito dúo con el guitarristaCésar Angeleri que se plasmó en dos álbumes.Con un próximo disco del quinteto en ciernes y la cercana publicaciónde los temas brotados de la musicalización de los 17 minutos de “Lavuelta al bulín”, en el futuro más inminente de Mainetti aparece unviaje a Australia y Nueva Zelandia como integrante del Quinteto AstorPiazzolla.La agrupación también integrada por Bárbara Varassi Pega (piano),Serdar Geldymuradov (violín), Armando de La Vega (guitarra), DanielFalasca (contrabajo) y Julián Vat (flauta y dirección musical), daráseis conciertos entre el sábado 11 y el domingo 19 en Adelaida,Canberra, Sidney y Nueva Plymouth.Télam: Acostumbrado como estás a tocar en diferentes lugares del mundo¿qué diferencias encontrás entre hacer tango en Buenos Aires y darconciertos ante otras audiencias?Pablo Mainetti: Acá evidentemente se nota que hablás la lengua maternay el receptor siente que le estás contando de una novia, del laburo,de los amigos por más que estemos hablando de una música y un tiempoque son otros pero de los que quedan unos perfumes divinos.En cambio, en otros lugares la gente va a disfrutar exclusivamentede una experiencia sonora despojada de cualquier otra cuestión aunqueciertamente Astor Piazzolla ha ido clavando lanzas y eso es como ir acomerte un flan con dulce de leche que, puede estar más rico o másfeo, pero sabés que no va a fallar.Por eso creo que tener esta vida de compositor e intérprete y serintérprete de la música de este hombre es un menú que está buenísimoespiritualmente, más allá de lo laboral.T: ¿Es esa misma perspectiva amplia es la que te empuja a buscar en elcine, las artes plásticas y la palabra otros estímulos para tu música?PM: A la música la vivo como un lenguaje absoluto pero es verdad queme gusta encontrar nuevas excusas o buenos motivos para ponerme acomponer y ver hacia dónde me lleva eso, qué es lo que me gatilla.Últimamente, por ejemplo, estuve midiendo un cuadro de Joan Miró quese llama “Inmersión azul” y forma parte de su tríptico “Azul” para verproporciones y elementos en busca de tratar reproducir eso en unsonido, traducir ese fondo azul, esas pelotas negras y ese hachazocolorado.
FUENTE: Télam
www.milonga.com.ar