Pasé un tiempo pensando si hacer esta crítica y luego de varias reformulaciones, llegué a esta conclusión y aclaro, antes que nada, que hago esta observación dramatúrgica sin intenciones de herir a nadie. Se trata de una idea de teatro a pensar y discutir para quienes lo hacemos, lo sentimos, lo espectamos. Quiero remarcar antes que nada en el impecable trabajo técnico que hay en la puesta en todo el resto de los sentidos.
Privilegiando la actuación en la que el actor y titiritero logra encarnar los personajes cruciales desde sus marionetas y vestuarios. Luego la iluminación y el sonido acompañan muy bien a estos dos aspectos que realmente son notables. Ahora bien, dejo paso al ensayo:
“Quitar a los ángeles de sus antiguos pedestales. Y arrojar todo al mar. Y que mi voluntad sea la reina de las estrellas. En el carácter está sobrevolar las estrellas.”
(Amelia Roselli – La libélula)

El asunto del texto siempre es el con-texto. Una obra no brilla por su belleza interna, sino por su relación con el mundo: por su capacidad de hacerlo vibrar. Así como mueren los dioses, las obras también. El trabajo en la adaptación dramatúrgica es entonces complejo cuando se cita a un clásico, es revivir a un texto, darle vida a la tinta que quedó en los papeles ¿Cómo revivir un texto en universo social totalmente distinto de aquel en que se originó? ¿Cómo hacerle surgir sentidos nuevos dado que el tiempo mismo ya no se debate en las mismas cuestiones?
Si el texto fuera un viejo caleidoscopio olvidado en un cajón, el desafío de la adaptación sería lograr volver a encontrar su funcionamiento para poder ver nuevamente las imágenes que habitan en él.
El tema que trabaja el texto de Calderón “La vida es sueño” el problema de la libertad y el destino: es existencial. Y, por tanto, siempre vigente. Es la lucha ontológica por en el ser que nace encadenado y pone en tensión todo su interior en busca de romper las propias cadenas, los antiguos lastres. Reunirnos convocados por el arquetipo de Segismundo es convocar a la catarsis de esta angustia existencial: no sentirnos libres, sentirnse esclavos en la torre por designio de Otro, ese gran Otro, el fatuo Destino. Tema clásico de princesas y príncipes maldecidos y en la infructuosa espera de su lejana e inaccesible torre. El tema de Heidegger en Ser y tiempo: “El ser hablado por el lenguaje”, “Perdido en lo impersonal” sin poder rastrear las huellas, lo propio en las sombras que se le ocultan. Antes que nada, un proyecto, y no una esencia condenada por el fatum. Pero para producir esta Katarsis, necesitamos de la modernidad del lenguaje, nos es imprescindible. Algo ya decía Freud sobre la forma: para conmover lo Inconsciente, hay que entrarle por la forma, en criollo. Y mis oídos digitales ya no se conmueven en la prosa dorada de un siglo que no habité.
En cuanto a la Dramaturgia:
Por un lado, se establece una doble instancia de enunciación: un narrador que critica al texto de manera auto-reflexiva y se pregunta. ¿Cómo enunciar? ¿Cómo revivir las antiguas rimas? ¿Resonarán en el antiguo código? Pero lo hace como quien se queja de una condición de la cual no puede terminar de distanciarse. Como un Segismundo enredado en su propia enredadera. Entonces, el problema que encuentro es dramatúrgico: ¿Porque no lleva más allá su propia pregunta hasta moldear un nuevo lenguaje? ¿No es la libertad teatral el permitirnos ir más allá del texto? Pero paradójicamente, quitar a los grandes autores de sus pedestales es también darles la oportunidad de volver a hablar: para revivirlos de las estanterías habría que arrojarlos al dialecto.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Autoría: Luis Alberto Rivera López
Titeres: Luis Alberto Rivera López
Intérpretes: Luis Alberto Rivera López
Diseño de vestuario: Alejandro Mateo
Diseño de escenografía: Alejandro Mateo
Diseño de títeres: Alejandro Mateo
Realización de escenografia: Melina Filossi, Andrés Manzoco, Luis Alberto Rivera López
Realización de vestuario: Titi Suárez
Realización de títeres: Melina Filossi, Andrés Manzoco, Luis Alberto Rivera López
Música original: Alberto Bonacera
Operación de luces: Cristian Domini
Fotografía: Lucía Rivera López
Diseño de imagen: Mathias Carnaghi
Asistencia De Producción: Julieta Rivera López
Prensa: Silvina Pizarro
Producción general: Grupo Libertablas
Dirección general: Gustavo Manzanal